El Sumo Pontífice dijo hoy que la crisis de abusos sexuales a menores por parte de sacerdotes debería hacer que la Iglesia admita la "terrible" verdad de que su mayor amenaza no proviene de sus enemigos externos.
El Papa Benedicto XVI dijo hoy que la crisis de los abusos sexuales a menores por parte de sacerdotes debería hacer que la Iglesia admita una "terrible" verdad: su mayor amenaza no proviene de sus enemigosexternos sino del "pecado dentro de la Iglesia".
"Hoy vemos de una manera terrible que la gran persecución de la Iglesia no viene de sus enemigos de afuera sino que nace del pecado dentro de la Iglesia", dijo el Pontífice a los periodistas en el avión que lo llevaba a Portugal, ante una pregunta sobre el escándalo por abusos sexuales que golpea a la Iglesia católica.
Con todo, destacó que la Iglesia tiene "una profunda necesidad de hacer penitencia y de implorar perdón" y apuntó también "la necesidad de justicia" en estos casos.
El Papa aseguró que "las fuerzas del bien están presentes y que, al final, son más fuertes que el mal". "La bondad de Dios es la última palabra de la historia", finalizó.