Alberto Sileoni, buscó ayer poner un tope a las pretensiones salariales de los docentes y aseguró que el aumento para el sector será inferior al 25%, al tiempo que les advirtió a las provincias que deberán tomar el acuerdo que se alcance a nivel nacional como punto de partida y no como techo para sus respectivos acuerdos con los maestros.
"El cometido de la paritaria nacional es fijar un mínimo, el destino de esta negociación es ser superada", afirmó Sileoni, en un claro mensaje destinado al gobernador Daniel Scioli, que puso en pausa la discusión salarial con los maestros bonaerenses a la espera de que se defina la cifra de aumento que el Poder Ejecutivo terminará acordando con los docentes nacionales.
La discusión salarial docente se encuentra estancada, con los gremios amenazando con tomar medidas de fuerza que podrían frustrar el inicio del ciclo lectivo 2013, que en varios distritos está previsto para la semana próxima.
La negociación tiene como telón de fondo la pulseada entre el gobierno de Cristina Kirchner y las diferentes centrales sindicales en torno al nivel de aumentos salariales para el corriente año.
El Gobierno pretende mantener esos incrementos por debajo del 20%. Los gremios, en tanto, pretenden cifras cercanas al 30%, porcentaje que, aseguran, se ajusta al aumento de precios que se registra en los comercios y no al que declaran las estadísticas oficiales del Indec.
Son los docentes, tanto los nacionales como los bonaerenses, uno de los gremios que reclaman una mejora del 30%.
Sileoni salió ayer al cruce de esa pretensión, al asegurar que "está claro que una demanda del 30% es irreal, no está en línea con lo que ocurre en la economía argentina".
Por el contrario, el ministro estimó que le recomposición "será inferior al 25 por ciento".
Según el ministro, aceptar el pedido de los gremios docentes es imposible por varias razones. Una de ellas es que "el Estado y las provincias tuvieron el año pasado menos recaudación fiscal", admitió.
Además, dijo que como "Estado nacional" la negociación tiene que tener en cuenta "las posibilidades fiscales de las provincias".
"Hay provincias que naturalmente no podrían pagar aumentos de este tipo, quizás alguna sí", agregó.
Sileoni fue consultado sobre las amenazas de paro lanzadas por los gremios. "Puede ocurrir, pero son tensiones con las que tenemos que convivir en democracia", dijo, quitándoles dramatismo a las advertencias y a la cada vez más cercana fecha del inicio de clases.
A pesar de haber sostenido que debía tenerse en cuenta la situación fiscal de las provincias, Sileoni calificó como "un error" entender la paritaria docente como punto de referencia para las negociaciones en cada distrito.
"La paritaria nacional no construye el salario que los 900.000 docentes van a buscar al cajero. El salario que reciben es un salario que construye cada una de las provincias", aclaró el ministro, quien sostuvo que "las provincias, en general, tienen arreglos que están por encima" de lo que acuerda su cartera con los gremios nacionales.
Por el momento, la discusión docente se encuentra trabada entre las pretensiones de los gremios y las necesidades políticas del Poder Ejecutivo, que pretende limitar los aumentos salariales en todas las áreas, y las duras situaciones fiscales que atraviesan muchas provincias.
Sobre este punto, Sileoni se mostró ansioso por alcanzar una acuerdo con los maestros, a quienes les pidió "apurar una definición" para ver si podía llegarse a un acuerdo a más tardar la semana próxima.
"El cometido de la paritaria nacional es fijar un mínimo, el destino de esta negociación es ser superada", afirmó Sileoni, en un claro mensaje destinado al gobernador Daniel Scioli, que puso en pausa la discusión salarial con los maestros bonaerenses a la espera de que se defina la cifra de aumento que el Poder Ejecutivo terminará acordando con los docentes nacionales.
La discusión salarial docente se encuentra estancada, con los gremios amenazando con tomar medidas de fuerza que podrían frustrar el inicio del ciclo lectivo 2013, que en varios distritos está previsto para la semana próxima.
La negociación tiene como telón de fondo la pulseada entre el gobierno de Cristina Kirchner y las diferentes centrales sindicales en torno al nivel de aumentos salariales para el corriente año.
El Gobierno pretende mantener esos incrementos por debajo del 20%. Los gremios, en tanto, pretenden cifras cercanas al 30%, porcentaje que, aseguran, se ajusta al aumento de precios que se registra en los comercios y no al que declaran las estadísticas oficiales del Indec.
Son los docentes, tanto los nacionales como los bonaerenses, uno de los gremios que reclaman una mejora del 30%.
Sileoni salió ayer al cruce de esa pretensión, al asegurar que "está claro que una demanda del 30% es irreal, no está en línea con lo que ocurre en la economía argentina".
Por el contrario, el ministro estimó que le recomposición "será inferior al 25 por ciento".
Según el ministro, aceptar el pedido de los gremios docentes es imposible por varias razones. Una de ellas es que "el Estado y las provincias tuvieron el año pasado menos recaudación fiscal", admitió.
Además, dijo que como "Estado nacional" la negociación tiene que tener en cuenta "las posibilidades fiscales de las provincias".
"Hay provincias que naturalmente no podrían pagar aumentos de este tipo, quizás alguna sí", agregó.
Sileoni fue consultado sobre las amenazas de paro lanzadas por los gremios. "Puede ocurrir, pero son tensiones con las que tenemos que convivir en democracia", dijo, quitándoles dramatismo a las advertencias y a la cada vez más cercana fecha del inicio de clases.
A pesar de haber sostenido que debía tenerse en cuenta la situación fiscal de las provincias, Sileoni calificó como "un error" entender la paritaria docente como punto de referencia para las negociaciones en cada distrito.
"La paritaria nacional no construye el salario que los 900.000 docentes van a buscar al cajero. El salario que reciben es un salario que construye cada una de las provincias", aclaró el ministro, quien sostuvo que "las provincias, en general, tienen arreglos que están por encima" de lo que acuerda su cartera con los gremios nacionales.
Por el momento, la discusión docente se encuentra trabada entre las pretensiones de los gremios y las necesidades políticas del Poder Ejecutivo, que pretende limitar los aumentos salariales en todas las áreas, y las duras situaciones fiscales que atraviesan muchas provincias.
Sobre este punto, Sileoni se mostró ansioso por alcanzar una acuerdo con los maestros, a quienes les pidió "apurar una definición" para ver si podía llegarse a un acuerdo a más tardar la semana próxima.