El informe fue presentado recientemente en Corrientes por el investigador jefe del Ieral de la Fundación Mediterránea, Gerardo Alonso Schwarz.
Los especialistas analizaron el sector forestoindustrial, con especial hincapié en la problemática de los aserraderos y plantas de remanufacturas de madera, debido a la mayor importancia que actualmente tienen en el NEA y al enorme potencial ya enunciado en varios estudios. A la hora de generar políticas públicas que fortalezcan a toda la industria forestal en la región, los especialistas consideraron que “deberán generarse soluciones a tres puntos analizados: la evolución de los principales costos de producción; las tendencias de los mercados internacionales, y la infraestructura de transportes de la región”.
Al analizar la evolución de los costos de producción, consideraron que “cualquier política de radicación de inversiones en la región deberá contemplar alguna inversiones que garanticen la disponibilidad de energía eléctrica y que apunten a incrementar la productividad de los trabajadores vía capacitación”. En el punto dedicado a la infraestructura y transporte se concluye que dadas las proyecciones existentes, “sólo una fuerte inversión tanto en el sistema de transportes vial como en puertos, balizamiento y dragado puede generar una solución a la ya previsible congestión que habrá en el sistema en el futuro próximo”.
Prioridades
Para el informe –que será incluido en el Proyecto Federal–, los especialistas realizaron un análisis de tres puntos que desde el sector forestoindustrial se consideran prioritarios a la hora de diseñar las políticas públicas específicas que busquen convertir al Nordeste argentino en un polo forestoindustrial de nivel mundial.
En el primer punto se realizó un seguimiento a la estructura de costos del sector de transformación mecánica de la madera, en el cual consideraron que “sin duda el costo que más se incrementó para el sector fue la energía eléctrica. Esto implica que cualquier política de radicación de inversiones en la región deberá contemplar alguna solución a la cuestión de costos energéticos, pero también a la duda acerca de la disponibilidad (en cantidad y calidad) de dicha energía”, recalcaron en las conclusiones del estudio. En el caso de la mano de obra, indicaron que “es probable que el principal problema no esté en el costo de la misma sino en la productividad laboral, lo que nuevamente nos refiere a la necesidad de radicación de inversiones y a la capacitación de los obreros”.
Este punto se vuelve incluso más relevante para la provincia de Corrientes, donde el principal desafío es atraer las inversiones necesarias para industrializar la materia prima existente, mientras que en Misiones es agregar mayor valor y competitividad a la producción de maderas y sus remanufacturas.
Dentro de la mencionada necesidad de inversiones, común a ambas provincias, también remarcaron “la instalación de plantas que industrialicen el raleo y los chips de madera (como plantas celulósicas, papeleras o de generación de energía por biomasa) ya que actualmente estos subproductos no son más que residuos para la mayor parte de las industrias localizadas en la región, constituyendo consecuentemente un costo adicional y no una fuente de ingresos extra”. A su vez, vinculado a estos dos desafíos, aseveraron que “es extremadamente necesario balancear la voluntad de agregar valor a la madera producida en la región con las tendencias de mercado existentes”.
