Ricardo Martinek

Ricardo Martinek
Programa en vivo 96.3 Fm Alvear Con Estilo Propio

lunes, 11 de octubre de 2010

Despiden con aplausos máquina que perforó túnel de rescate

Nosotros acortamos en más de dos meses los plazos originalmente estimados", dijo Dave Singleton, empleadMina San José, Chile.- Los familiares salen de las carpas hacia la vía principal del Campamento Esperanza, unos con banderas de Chile, otros aplaudiendo. Varias mujeres lloran y se escuchan gritos de 'gracias'. Han salido para despedir a la T-130, la máquina que perforó el ducto que permitirá la salida de los mineros atrapados.



Con el bullicio, un grupo de camarógrafos se abalanza hacia la entrada de la mina San José por donde avanza la máquina. Interviene la policía, empujando para dar paso, como si protegieran a una estrella de cine, citó AFP.
Hecha especialmente para perforar pozos de agua en las labores mineras, esta vez, la máquina Schramm T-130 construyó en 33 días un túnel de 622 metros de profundidad, por donde este miércoles saldrán, uno a uno y a bordo de una cápsula, los 33 mineros atrapados en las entrañas del yacimiento.


El camión que saca la T-130 desarmada hace sonar la bocina. Todos festejan. Algunos operadores de la máquina se acercan a saludar a los familiares.


"Fue un poco difícil por la mucha presión que había, pero salió todo bien. Ahora esperamos el resultado final, estoy muy contento por lo que se realizó", dice Cristián Astudillo, uno de los operarios de la máquina.


"Fue un excelente trabajo, que hicimos con harto esfuerzo y cariño. Siempre tuvimos el anhelo de rescatar a estos viejitos", dijo por su parte otro operador, Héctor Barraza.


La T-130 estuvo a cargo del denominado Plan B', que inicialmente empezó como un respaldo al denominado 'Plan A' a cargo de una máquina Strata 950.


Orgullosa de su hazaña, la empresa propietaria de la máquina, publicó un comunicado diciendo que si su compañía no hubiera estado en la mina San José, es probable que el rescate se hubiera dado hacia diciembre.


"Nosotros acortamos en más de dos meses los plazos originalmente estimados", dijo Dave Singleton, empleado de la compañía norteamericana Geotec, con socios en Chile.


De este trabajo también participaron dos operadores estadounidenses, que fueron traídos desde Afganistán, en donde perforaban pozos de agua para las Fuerzas Armadas de su país. Fueron despedidos como héroes el sábado último, cuando la máquina terminó de hacer el túnel.


Los operadores repartieron camisetas a familiares y periodistas, con una imagen de la máquina en la parte delantera y, como si se tratara de un equipo de fútbol, en la espalda lleva la palabra "rescate" y "33" en números grandes.


Es uno de los uniformes de moda por estos días en el campamento esperanza, junto con otra camiseta con la imagen escaneada del primer mensaje que enviaron los mineros: estamos bien en el refugio los 33.


Luego de terminar el ducto para el rescate, la T-130 revistió con tuberías de metal los 56 primeros metros del túnel la madrugada de este lunes y fue desarmada, para emprender viaje hasta Antofagasta (500 km al norte de Copiapó), para reincorporarse a sus acostumbrados trabajos mineros.


Mientras tanto, a 700 metros de profundidad, 33 mineros esperan también retomar su vida diaria. Este miércoles, según anuncian las autoridades, serán extraídos uno a uno de las entrañas de un cerro emplazado en el desierto de Atacama, tras 69 días.


o de la compañía norteamericana Geotec, con socios en Chile.

Chile: mineros ayudarán otra vez en su propio inminente rescate

Los 33 mineros atrapados hace 67 días en un socavón a 700 metros bajo tierra, colaborarán una vez más en su propio rescate, que podría iniciarse el miércoles: transmitirán a la superficie sus parámetros médicos mientras vayan subiendo por el estrecho túnel cavado en la roca para llevarlos a la superficie.


El preparador físico del grupo, doctor Jean Romagnoli, explicó el lunes que debido a la curvatura que presenta el túnel de 622 metros por los que ascenderá la cápsula de rescate, será imposible la transmisión por radio frecuencia, por tanto serán los propios mineros los que informarán verbalmente sus signos vitales a los médicos que estarán monitoreándolos en la superficie.

Para cumplir esta tarea se entregará a cada minero un pequeño computador y se les enseñará a leer los datos.
Esto cumplirá un doble objetivo: entregarán información y estarán enfocados en una tarea que los distraerá durante el momento crucial de la subida, que se prolongará por unos 15 a 20 minutos, y que puede aumentar su ansiedad.
"Es un poco lo que pasa con los niños, cuando uno les pone el DVD en el auto, dejan de preguntar cuanto falta", dijo el preparador físico.
Los mineros colaboraron antes en despejar decenas de toneladas de escombros que arrojaba la máquina que perforó el túnel que llegó el sábado al techo de un taller cercano al refugio donde está el grupo, unos 80 metros más abajo.

El sábado por la tarde los explosivistas que hay entre los 33 realizaron una detonación controlada con la que ensancharon la parte baja del pozo, para que la cápsula que los rescatará se deslice sin rozar las paredes de roca viva del pozo.
Se acortan aceleradamente los plazos para el esperado rescate.

Alrededor de las 03.00 horas (06.00 gmt) del lunes, concluyó una fase crucial: se terminó el reforzamiento con 15 tubos de acero de seis metros cada uno de los primeros 90 de los 622 metros de largo que tiene el túnel de evacuación.

Los geólogos y geomecánicos determinaron reforzar sólo esa porción del pozo, donde la roca está fracturada.

Ahora se inicia la fase final antes del inicio del rescate, que es la instalación de la plataforma que sostendrá todo el mecanismo para sostener la cápsula Fénix, llamada así por el ave mitológica que renace una y otra vez de las cenizas. Erigir esa plataforma tomará una 48 horas, dijo el ministro de Minería, Laurence Golborne.

Su colega de Salud, Jaime Mañalich, informó que los primeros en salir serán cuatro hombres que se encuentran entre los más fuertes física y sobretodo mentalmente, ya que deberán tener la tranquilidad suficiente para transmitir datos a la superficie durante su ascenso y sugerir correcciones si surgen imprevistos.

Luego, subirán los más débiles o enfermos, un grupo de 10 trabajadores, entre los que hay un minero hipertenso, uno diabético, otros que presentan una infecciones dentales, respiratorias o lesiones cutáneas producto del húmedo ambiente del fondo de la mina, donde hay una temperatura cercana a los 30 grados Celcius y 80% de humedad.

Al final, los más fuertes y con mayor capacidad para soportar la ansiedad, ya que la Operación San
Lorenzo, como se bautizó la fase del rescate, tardará unas 48 horas, puesto que la etapa de subida de cada minero tardará entre 15 a 20 minutos, pero antes se les debe poner un arnés, un cinturón que transmitirá los signos vitales y darles las instrucciones de cómo comportarse durante el izamiento.

Para poner en marcha la serie de ascensos, bajarán a la mina serán un rescatista minero y uno de la armada con larga experiencia médica, que junto a los encargados en la superficie, determinarán el orden definitivo de salida y ayudarán a los mineros a prepararse para emprender el viaje.

En la operación participan 17 socorristas de la Corporación del Cobre, Codelco, la mayor productora de cobre del mundo, de la armada y uno de la policía.

Juanes / Me enamora



LAS MAÑANAS CON RICARDO MARINEK

Chile / mineros: el túnel de rescate ya está listo

Los ingenieros refuerzan con tubos de acero los primeros metros del túnel.


El llamado "encamisado" de los primeros 90 metros del túnel por el que saldrán los 33 mineros atrapados en la mina San José fue completado en la madrugada de este lunes.

Alrededor de las 4:00 hora local (0700 GMT), varias horas antes de lo previsto, los equipos que trabajan en la operación de rescate en el norte de Chile terminaron de colocar la tubería de refuerzo.

La tarea de "casing" o revestimiento tiene por objetivo evitar los desprendimientos que podrían atascar o dañar las cápsulas Fénix, unas cajas metálicas especialmente diseñadas para recorrer los casi 630 metros de ducto con los mineros dentro.

Según el diagnóstico hecho mediante una cámara de video, sólo el primer tramo del túnel, de unos 50 metros, presenta riesgos de derrumbe. Los expertos decidieron, por precaución, entubar el doble: los 96 metros más cercanos a la superficie, con 16 tubos de acero de 6 metros cada uno, soldados entre sí.



Sin embargo, una de las tuberías mostró imperfecciones y fue descartada, lo que redujo el trayecto de encamisado a 90 metros.

El cambio de planes no tendrá repercusiones en la seguridad del operativo ni tampoco permitirá anticipar los plazos del rescate, según le explicó a BBC Mundo Gerardo Jofré, director ejecutivo de la minera estatal Codelco, la empresa designada por el gobierno para coordinar el rescate.

"No esperamos atascamientos, la cápsula tiene un diseño que está todo pensado para que no se produzcan ese tipo de cosas. Abajo, la calidad de la roca es extraordinaria, lo que no da espacio para pensar en desprendimientos", aseveró Jofré a BBC Mundo.
El éxito de "La Liebre"
El encamisado se puso en marcha después de que la perforadora T-130 lograra su cometido: "romper" en el taller subterráneo, cercano al refugio minero, después de horadar casi 630 metros de roca.

El sábado bien temprano, la máquina del llamado plan B dejó abierta una vía de contacto con los mineros, que tiene el ancho necesario para trasladarlos hacia la superficie.

Por eso se ganó el apodo de "La Liebre", capaz de completar la tarea en 33 días, un plazo menor al que se había pronosticado originalmente.

Desde entonces, todo ha sido expectación en el campamento Esperanza, que alberga a familiares de muchos de los 33 obreros.

"Estoy feliz porque mi hijo está a punto de salir y es un milagro del Señor que esté vivo junto con los otros. Dios hizo el milagro", dice Nelly Bugueño, mientras espera a Víctor Zamora. Su ansiedad y su alegría, mezcladas en justa dosis, se replican entre todos los parientes.

Sienten cerca el fin de 67 días de espera, desde el derrumbe del pasado 5 de agosto.
Las autoridades, sin embargo, han llamado a tener paciencia para la tercera fase del operativo, la definitiva.

"No tenemos identificados riesgos que no tengamos cubiertos, pero estas cosas pueden tener eventualidades", aceptó Jofré ante BBC Mundo.

El ingeniero André Sougarret, jefe del equipo de rescate, reconoció que existen amenazas potenciales asociadas a la técnica que se usará para sacar a los obreros.

"Siempre hay riesgo al transportar personas en un sistema vertical", dijo el experto ante la prensa, refiriéndose a una eventual caída de rocas o al atascamiento de las cápsulas Fénix en el ducto de evacuación.

Cuenta regresiva

Los familiares de los mineros atrapados aguardan el rescate con una mezcla de ansiedad y alegría.

Hasta el momento, la llamada Operación San Lorenzo, en honor al patrono de las minas, ha avanzado rápido y sin mayores tropiezos.

El próximo paso, tras el encamisado, será el armado del peinecillo, un sistema de anclaje para las poleas capaz de sostener hasta 40 toneladas de peso, sobre el que se hará el transporte de las cápsulas.

En simultáneo, sigue avanzando la perforación alternativa (el llamado plan C; el A ya fue suspendido). Va por los 447 metros y opera como respaldo por si llegara a producirse algún contratiempo en el canal abierto.

En el fondo del refugio, en tanto, se aprestan para encarar el ascenso, que será físicamente demandante.

La Asociación Chilena de Seguridad (ACHS), que asesora en el rescate, entregó 33 bolsos con las prendas que usarán los mineros para la salida. Ropas de tela porosa, impermeable y antitranspirante, confeccionadas en color verde, además de zapatillas y lentes de sol.

Los envíos fueron personalizados: trajes hechos a medida, con el nombre de cada uno impreso sobre el pecho.

De culminar con éxito, la operación se convertirá en el mayor rescate minero del mundo, tanto por prolongada estadía como por profundidad a la se encuentran las víctimas.

Para Gerardo Jofré, el ejecutivo de Codelco, el procedimiento será "un hito" en la historia de la minería y marcará un antes y un después en el uso de tecnologías específicas para un rescate. El de "los 33" de San José está cada vez más cerca.