Nosotros acortamos en más de dos meses los plazos originalmente estimados", dijo Dave Singleton, empleadMina San José, Chile.- Los familiares salen de las carpas hacia la vía principal del Campamento Esperanza, unos con banderas de Chile, otros aplaudiendo. Varias mujeres lloran y se escuchan gritos de 'gracias'. Han salido para despedir a la T-130, la máquina que perforó el ducto que permitirá la salida de los mineros atrapados.
Con el bullicio, un grupo de camarógrafos se abalanza hacia la entrada de la mina San José por donde avanza la máquina. Interviene la policía, empujando para dar paso, como si protegieran a una estrella de cine, citó AFP.
Hecha especialmente para perforar pozos de agua en las labores mineras, esta vez, la máquina Schramm T-130 construyó en 33 días un túnel de 622 metros de profundidad, por donde este miércoles saldrán, uno a uno y a bordo de una cápsula, los 33 mineros atrapados en las entrañas del yacimiento. El camión que saca la T-130 desarmada hace sonar la bocina. Todos festejan. Algunos operadores de la máquina se acercan a saludar a los familiares.
"Fue un poco difícil por la mucha presión que había, pero salió todo bien. Ahora esperamos el resultado final, estoy muy contento por lo que se realizó", dice Cristián Astudillo, uno de los operarios de la máquina.
"Fue un excelente trabajo, que hicimos con harto esfuerzo y cariño. Siempre tuvimos el anhelo de rescatar a estos viejitos", dijo por su parte otro operador, Héctor Barraza.
La T-130 estuvo a cargo del denominado Plan B', que inicialmente empezó como un respaldo al denominado 'Plan A' a cargo de una máquina Strata 950.
Orgullosa de su hazaña, la empresa propietaria de la máquina, publicó un comunicado diciendo que si su compañía no hubiera estado en la mina San José, es probable que el rescate se hubiera dado hacia diciembre.
"Nosotros acortamos en más de dos meses los plazos originalmente estimados", dijo Dave Singleton, empleado de la compañía norteamericana Geotec, con socios en Chile.
De este trabajo también participaron dos operadores estadounidenses, que fueron traídos desde Afganistán, en donde perforaban pozos de agua para las Fuerzas Armadas de su país. Fueron despedidos como héroes el sábado último, cuando la máquina terminó de hacer el túnel.
Los operadores repartieron camisetas a familiares y periodistas, con una imagen de la máquina en la parte delantera y, como si se tratara de un equipo de fútbol, en la espalda lleva la palabra "rescate" y "33" en números grandes.
Es uno de los uniformes de moda por estos días en el campamento esperanza, junto con otra camiseta con la imagen escaneada del primer mensaje que enviaron los mineros: estamos bien en el refugio los 33.
Luego de terminar el ducto para el rescate, la T-130 revistió con tuberías de metal los 56 primeros metros del túnel la madrugada de este lunes y fue desarmada, para emprender viaje hasta Antofagasta (500 km al norte de Copiapó), para reincorporarse a sus acostumbrados trabajos mineros.
Mientras tanto, a 700 metros de profundidad, 33 mineros esperan también retomar su vida diaria. Este miércoles, según anuncian las autoridades, serán extraídos uno a uno de las entrañas de un cerro emplazado en el desierto de Atacama, tras 69 días.
o de la compañía norteamericana Geotec, con socios en Chile.