Una versión que muchos afirman como la más posible
La investigación está centrada en las declaraciones de un técnico que trabajaba en una
plataforma petrolera neozelandesa en el Golfo de Tailandia –Mike McKay- que asegura haber visto caer un avión en llamas en aguas cercanas a donde estaban operando.
Precisamente el avistamiento ocurrió en las mismas horas en que debería estar volando por allí el avión desaparecido, momentos en que se desarrollaba también un entrenamiento militar conjunto de Tailandia, Estados Unidos, Japón e Indonesia, en la zona, “simulacro que incluía maniobras terrestres, aéreas y marítimas con munición real” dice el libro.
“Digamos que uno de los participantes accidentalmente derribó el vuelo MH370. Esas cosas pasan.Nadie quiere otro Lockerbie, así que los involucrados tendrían todos los motivos del mundo para mantener la boca cerrada”, explica el autor del libro en alusión al atentado que en 1988 estrelló un avión en Escocia, en respuesta a un supuesto ataque de Estados Unidos a un avión iraní. Cawthorne afirma que la caja negra aparecida en aguas australianas buscó despistar la investigación. Los familiares de las víctimas aguardan ahora la aparición del texto que en principio han considerado “desolador”.