Las petroleras enviaron ayer más combustibles a las estaciones de servicios de Corrientes, que mostraron una postal más optimista por el alivio que representó la venta luego de dos semanas de una profunda escasez.Al menos entre los propietarios de estaciones de YPF, ayer, el optimismo había crecido debido a que recibieron una cantidad que fue suficiente para descomprimir la demanda, aunque todavía se está lejos de solucionar el fondo de la cuestión
.Si bien esta es una buena noticia, el desconcierto pasa ahora por saber hasta cuándo las petroleras seguirán elevando los despachos para esta parte del país y hasta cuando mantendrán los precios actuales.
En el caso de YPF, que sigue siendo la marca más barata del mercado, el precio de la súper todavía está en $ 4,659, valor fijado hace ya un mes. Es la única marca que no elevó los precios la semana pasada cuando en medio de fuertes especulaciones se observaron variaciones en Shell y Petrobras.
La situación de los precios es incierta porque al tiempo que el interrogante giraba ayer en torno a cuál sería la moneda de cambio de las petroleras para recomponer el abastecimiento en la región.
El desconcierto en Shell, Esso y Petrobras se da porque si aumenta YPF, también se incrementarán los valores de esas otras marcas.
El Nordeste es la parte del país que más sintió la escasez surgida a raíz de un paro de los trabajadores en las plantas petroleras y de una merma en la producción.
En Corrientes, el déficit de combustibles alcanza los 300.000 litros por mes en toda la provincia, cifra que es muy pequeña en relación con lo que se consume en las grandes urbes y que indica que las petroleras no deberían hacer un enorme esfuerzo para solucionar el fondo del problema en la tierra del Taragüí.
La crisis del sector hizo que en los últimos días cerrara una de las dos estaciones que tenía la localidad de Virasoro por el escaso margen de la rentabilidad cuando venden volúmenes que están por debajo de lo necesario.
El impacto es fuerte porque esa localidad del noreste correntino tiene un alto nivel de producción forestal, ya que registra el menor índice de desocupación (1 por ciento) de la provincia.
“Nosotros creemos que esta situación tiene que tener un final porque la falta del combustibles necesarios ya está afectando a la producción y, en ese sentido, desde Corrientes pedimos tener el mismo trato que otras provincias más grandes”. Así se manifestó ayer Eligio Bernes, propietario de una YPF en la ciudad.
El empresario consideró que esta situación también está afectando al personal de las estaciones porque algunos empresarios se ven obligados a suspender horas de trabajo porque falta combustible para vender.
En principio, esto implicaría un recorte salarial de los empleados por menos horas trabajadas y todavía no se habla de despidos.
En el caso de YPF, que sigue siendo la marca más barata del mercado, el precio de la súper todavía está en $ 4,659, valor fijado hace ya un mes. Es la única marca que no elevó los precios la semana pasada cuando en medio de fuertes especulaciones se observaron variaciones en Shell y Petrobras.
La situación de los precios es incierta porque al tiempo que el interrogante giraba ayer en torno a cuál sería la moneda de cambio de las petroleras para recomponer el abastecimiento en la región.
El desconcierto en Shell, Esso y Petrobras se da porque si aumenta YPF, también se incrementarán los valores de esas otras marcas.
El Nordeste es la parte del país que más sintió la escasez surgida a raíz de un paro de los trabajadores en las plantas petroleras y de una merma en la producción.
En Corrientes, el déficit de combustibles alcanza los 300.000 litros por mes en toda la provincia, cifra que es muy pequeña en relación con lo que se consume en las grandes urbes y que indica que las petroleras no deberían hacer un enorme esfuerzo para solucionar el fondo del problema en la tierra del Taragüí.
La crisis del sector hizo que en los últimos días cerrara una de las dos estaciones que tenía la localidad de Virasoro por el escaso margen de la rentabilidad cuando venden volúmenes que están por debajo de lo necesario.
El impacto es fuerte porque esa localidad del noreste correntino tiene un alto nivel de producción forestal, ya que registra el menor índice de desocupación (1 por ciento) de la provincia.
“Nosotros creemos que esta situación tiene que tener un final porque la falta del combustibles necesarios ya está afectando a la producción y, en ese sentido, desde Corrientes pedimos tener el mismo trato que otras provincias más grandes”. Así se manifestó ayer Eligio Bernes, propietario de una YPF en la ciudad.
El empresario consideró que esta situación también está afectando al personal de las estaciones porque algunos empresarios se ven obligados a suspender horas de trabajo porque falta combustible para vender.
En principio, esto implicaría un recorte salarial de los empleados por menos horas trabajadas y todavía no se habla de despidos.