Entre Ríos no escapa al flagelo que abarca a buena parte del país: es creciente el aumento en el tráfico y consumo de drogas y la sofisticación en los sistemas de ingreso para evitar los controles en los pasos fronterizos o en los puestos camineros.

Aquí, en la provincia, los lugares sobre los cuales hay una mirada particularizada de las fuerzas de seguridad son Federal, Feliciano y Gualeguay. “En cada uno de los departamentos se han instruido directivas en cuanto a ejercer un estricto control, no sólo en las rutas, por vía terrestre, sino también por agua y en la vía aérea. Sabemos que hay ingreso de avionetas clandestinas que ingresan a la provincia. Y eso daría cuenta de que existirían pistas clandestinas”, dijo a EL DIARIO el titular de la Dirección de Toxicología de la Policía, el comisario general José Luis Churruarín.
ALERTA. El presidente del Tribunal Oral Federal de Paraná, Roberto López Arango, afirma que Entre Ríos ya ha dejado de ser zona de paso para inmiscuirse en el mapa del consumo. “El tráfico ahora es impresionante. En la zona, incluso, los procedimientos en los que se secuestran drogas son cada vez más frecuentes, y con mayor kilaje. Y las estadísticas del Tribunal lo demuestran: de tener una o dos causas por mes, ahora tenemos seis o siete. Aunque evidentemente la estadística muestra una parte, sabemos que la cantidad de casos son muchos más”, señaló.