"El satélite entró en la atmósfera sobre el Pacífico a 14,1 grados latitud sur y 170,2 grados longitud este. Esta localización se sitúa sobre un área del océano remota y grande", explicó hoy la agencia espacial estadounidense en la que será su última actualización sobre el UARS.
Con este comunicado, la NASA puso fin a la incertidumbre que rodeó la caída del artefacto después de que los científicos no pudieran determinar con exactitud el punto de impacto del satélite.
Según informaron, el artefacto quedó despedazado en 26 partes que se encuentran dispersas a 480 y 1.300 kilómetros al noroeste de su punto de reingreso a la atmósfera, a la 1 de la madrugada en la Argentina.
El satélite concluyó en 2005 una vida científica productiva de casi seis años. Había costado 750 millones de dólares y pesaba más de 5,5 toneladas.
La NASA había advertido que si bien desconocía el lugar del impacto del satélite, la posibilidad de que alcanzara a una persona era remota, una entre 3.200.