La medida fue solicitada por el gobierno chileno, que quiere que la empresa minera San Esteban se haga cargo del pago del rescate de los 33 trabajadores atrapados en el norte del país, que se calcula en US$9,7 millones.
La empresa tenía problemas financieros incluso antes del derrumbe en el túnel de acceso principal a la mina de cobre y oro.
Hasta el momento, el gobierno de Chile ha gastado al menos US$3 millones en las operaciones de rescate.
El pedido de La Moneda es que la empresa devuelva ese monto y corra con el resto de gastos del rescate, algo que los representantes legales de San Esteban consideran poco probable debido a la difícil situación financiera que atraviesan.
Como explica desde Chile el corresponsal de la BBC Gideon Long, si la empresa se declara en quiebra, sus activos, valorados en cerca de US$10 millones, se utilizarían para pagar el rescate.
Un juez ordenó que se congelen todos los activos de la empresa, lo que incluye maquinaria, vehículos y los derechos a la mina San José, donde los hombres permanecen atrapados.
Demandas
La compañía parece estar en una posición cada vez más precaria. Tiene deudas de más de US$10 millones y se enfrenta a acciones legales de las familias de los mineros, que buscan una indemnización.
Hace un mes, un juez ordenó la congelación parcial de los activos de la empresa para satisfacer esas demandas.
Mientras tanto, tres excavadoras siguen perforando la tierra para abrir un canal por el cual los mineros puedan ser rescatados. Una de las máquinas este jueves sufrió una "falla técnica" que obligó a detener temporalmente los trabajos a una profundidad de 143 metros.
Los ingenieros dijeron esta semana que tomaría entre 60 y 90 minutos sacar a cada minero a la superficie, con lo que la totalidad del proceso demorará casi dos días.
El gobierno afirma que espera sacarlos a la superficie a principios de noviembre, aunque algunos ingenieros han sugerido que podría ser antes.
NOTA:BBC MUNDO