La vida podría ser expresada de una forma metafórica y visual a través de una línea en donde podemos diferenciar pasado, presente y futuro. Pues bien, como todo coche que siempre avanza hacia delante, el ser humano debería aprender a caminar poniendo su meta en el horizonte en vez de recordar sus pasos continuamente. Es verdad, que a veces, para poder avanzar hay que retroceder. Así sucede cuando te das cuenta de que tomas una decisión equivocada con la que no te sientes bien. En ese caso, debes concederte el derecho de cambiar de opinión y empezar de nuevo.
Sin embargo, existen personas que gastan un setenta por ciento de su tiempo mirando hacia atrás. Recordando un amor que ya forma parte del pasado, sufriendo por un dolor que ya no existe en realidad o reviviendo un trauma que crece como si fuese una pelota gigante a base de alimentarlo a través de la obsesión.
Vive sin mirar atrás porque lo mejor de tu vida está por llegar. Deja que el destino te sorprenda pero para poder lograr ese objetivo, tienes que adoptar la actitud adecuada. Es decir, debes aprender a vivir disfrutando del aquí y del ahora. Esas palabras que son clave dentro del diccionario de la inteligencia emocional.
El tiempo pasa a velocidad de vértigo por ello merece la pena aprovecharlo. La realidad es que una forma de desperdiciar los minutos y los segundos que componen el calendario de tu existencia es vivir centrado en aquello que fue porque ya no puedes cambiar nada de tu pasado. Es decir, utiliza tu inteligencia, tu voluntad y tu creatividad en transformar aquello que sí depende de ti. Ese es un ingrediente necesario dentro de una receta de felicidad. Toma del alyer la sabiduría y los recuerdos bonitos, pero despréndete de todo lo demás porque es una mochila demasiado pesada.
Sin embargo, existen personas que gastan un setenta por ciento de su tiempo mirando hacia atrás. Recordando un amor que ya forma parte del pasado, sufriendo por un dolor que ya no existe en realidad o reviviendo un trauma que crece como si fuese una pelota gigante a base de alimentarlo a través de la obsesión.
Vive sin mirar atrás porque lo mejor de tu vida está por llegar. Deja que el destino te sorprenda pero para poder lograr ese objetivo, tienes que adoptar la actitud adecuada. Es decir, debes aprender a vivir disfrutando del aquí y del ahora. Esas palabras que son clave dentro del diccionario de la inteligencia emocional.
El tiempo pasa a velocidad de vértigo por ello merece la pena aprovecharlo. La realidad es que una forma de desperdiciar los minutos y los segundos que componen el calendario de tu existencia es vivir centrado en aquello que fue porque ya no puedes cambiar nada de tu pasado. Es decir, utiliza tu inteligencia, tu voluntad y tu creatividad en transformar aquello que sí depende de ti. Ese es un ingrediente necesario dentro de una receta de felicidad. Toma del alyer la sabiduría y los recuerdos bonitos, pero despréndete de todo lo demás porque es una mochila demasiado pesada.