vecinos de Bariloche se despertaron ayer con un cielo luminoso, sin lluvias de cenizas ni truenos. Los celulares habían vuelto a funcionar. Pero la actividad del complejo volcánico chileno Puyehue-Cordón Caulle había cambiado el paisaje habitual de calles, jardines y casas, ahora cubiertos por una gruesa arena marrón. Las consecuencias se sentirán por varios días, sin actividad aérea y sin clases.
El de ayer fue un amanecer silencioso –como tras las grandes nevadas– porque no circulaban autos. Pero en pocas horas los coches fueron ganando las calles para circular sobre la arena volcánica, y los colectivos retomaron su ritmo habitual. Cuadrillas municipales salieron a destapar alcantarillas y a quitar de las principales calles céntricas esas cenizas que viajaron 90 kilómetros para llegar a esta ciudad. En promedio había entre 3 y 5 centímetros, aunque junto a algunas paredes se acumularon más de 20.
Los turistas tomaron con humor la experiencia y algunos salieron al Centro Cívico para sacarse fotos con el fondo de una ciudad convertida en una enorme playa. Durante la noche llovió y la arena se fijó en el piso. Por eso algunos vecinos salieron a palear las cenizas del frente de sus casas como en invierno lo hacen con la nieve. Algunos no utilizaron barbijos, pese a la recomendación del ministro de Salud de la Nación, Juan Manzur, que pidió a la gente que trate de quedarse en su casa y que, en caso de salir, use máscara o pañuelo.
La Municipalidad decidió suspender al menos hoy las clases en todas las escuelas privadas y públicas y también en las universidades nacionales de Río Negro y del Comahue. Tampoco habrá clases en Villa La Angostura, afectada por el fenómeno (ver Seis horas...).
Al tiempo que las cenizas del volcán ampliaron su alcance por la Patagonia y llegaron hasta el sur bonaerense (ver página 5), una de las actividades más afectadas fue la aviación. Aerolíneas y Austral suspendieron todos los vuelos hacia la región. LAN canceló ayer 14 vuelos (a Bariloche, Neuquén y Río Gallegos) y hoy hará lo mismo con otros 6.
Aerolíneas y Austral ya anticiparon que recién en una semana volverían a operar entre el Aeroparque y los aeropuertos de Bariloche, Chapelco y Esquel. La restricción se mantendrá hasta mañana inclusive entre Trelew, Neuquén y Viedma. Y mañana sí se retomarían los vuelos a Río Gallegos, Calafate, Ushuaia, Río Grande y Comodoro Rivadavia.
¿Por qué no salen los aviones? La ceniza volcánica es un elemento con un alto poder abrasivo que puede causar daños serios en motores, alas, parabrisas, elementos de aterrizaje e instrumentos de vuelo. Según la Organización de Aviación Civil Internacional, “si no se tiene la seguridad de ubicar el lugar donde se encuentra la nube de cenizas volcánicas, no se permite a las tripulaciones de vuelo atravesar las áreas afectadas por la erupción”. Las cenizas obligaron, además, a limitar la circulación en la ruta nacional 40 y a mantener cerrado el Paso Internacional Cardenal Samoré, que une a La Angostura con la ciudad chilena de Osorno.
Todo parece indicar que las cenizas no son tóxicas, según dijo a Clarín el vulcanólogo Gustavo Villarrosa. Pero pueden producirse irritaciones por rozamiento. De hecho, en el hospital zonal Ramón Carrillo y en otros centros de salud de la ciudad se registró un incremento en las consultas por afecciones respiratorias. Para hoy fueron suspendidos los turnos y las atenciones programadas y sólo se atenderán pacientes con problemas respiratorios.
Las cenizas no afectaron el agua corriente en la mayor parte de la ciudad. Pero en el caso de los barrios que tienen tanques a cielo abierto o que toman de vertientes o arroyos se decidió asistirlos con camiones aguateros.
La respuesta más requerida por los vecinos era hasta cuándo se extenderá este fenómeno. La Oficina Nacional de Emergencia de Chile dio un cálculo estimativo a la Junta Municipal de Defensa Civil: el volcán podría dejar de emitir cenizas mañana. El ministro de Interior chileno, Rodrigo Hinzpeter, informó además que sigue el Alerta Rojo para los alrededores del volcán Puyehue, y hay unos 3.500 evacuados, que volverían a sus casas en tres días.