EL DUEÑO DE LA NOCHE
Por su magnitud. Por su contenido. Por su objetivo. No hubo un evento similar en las calles de Buenos Aires. Definitivamente no. Tampoco en la Argentina. Los más optimistas dicen que ni siquiera en Latinoamérica, sensación que este cronista no puede desmentir ni ratificar. Pero es lo de menos. El país meditó por la paz, por una sociedad libre de violencia, libre de estrés, de eso se trató. La Fundación El Arte de Vivir, con la presencia de su líder espiritual Sri Sri Ravi Shankar, logró reunir a 150 mil personas en Palermo.
La organización los convocó en Figueroa Alcorta y Dorrego, aunque sólo fue un detalle protocolar: las mantas sobre el piso, los termos con el mate y las reposeras ocuparon un gran tramo del Parque Tres de Febrero. Bajo un sol bien primaveral, “El Planeta Medita” tuvo su punto cúlmine cuando ingresó Ravi Shankar, fundador de El Arte de Vivir que visita el país por quinta vez. De pie, algunos con lágrimas de emoción, otros con sonrisa de felicidad, la multitud lo recibió al canto de mantras (sonidos milenarios que tienen un impacto en el organismo).
“Hola Argentina. Qué lindo”, se presentó Guruji -como lo apodan cariñosamente- con su acento hindú, su barba sobresaliente y su túnica siempre blanca. “Todos queremos una sociedad libre de violencia, ¿no es así? Entonces hay que trabajar para eso”, continuó, mientras desde la pantalla gigante se detallaban los programas de servicio que tiene la fundación en las cárceles, en la Villa 31 y en otras zonas marginadas.