Los hechos se desencadenaron esta madruga, cerca de las 6 de la mañana, cuando José Oscar Silgueira, de 43 años, fue a buscar a su hermano Eduardo (30) que vive en la mencionada dirección, para ir a trabajar al aserradero donde ambos desempeñan funciones. Golpeó la puerta y nadie lo atendió. Insistió más fuerte, pero fue infructuoso. Fue así como empezó a golpear ventanas para tratar de saber que pasaba, pero nada ocurría. En ese momento, José se dispuso a levantar la persiana de la pieza que da al frente de la casa. Fue cuando descubrió a través del vidrio la presencia de su sobrino Matías Silgueira, de 10 años, queriéndose asomar, todo ensangrentado y con un importante corte en su cuello.
En forma inmediata, se dio aviso a la policía que se hizo presente en la casa, para encontrarse con un panorama desolador: manchas de sangre por todos lados, paredes escritas con sangre y mucho desorden. En el interior estaban, en su pieza, los dos pequeños Matias (de 10) que presentaba una herida en su cuello y estaba todo ensangrentado, su hermana Camila, -de 4- muerta degollada y –en otra habitación- Eduardo Javier Silgueira, padre de ambos, en estado de semi inconciencia y con algunos cortes en su brazo izquierdo. Matías y Eduardo fueron inmediatamente trasladados el hospital Santa Rosa de esta ciudad y por estas horas son llevados al hospital Masvernat de Concordia.
La pareja de Javier Silgueira y mama de los dos chicos, María Quintana, estaba en el hospital local durante las horas en que se desataron los acontecimientos, cuidando a un familiar. En la vivienda se hizo presente hasta el mismísimo Jefe de la Departamental Federación de Policía, Comisario Sergio Mendoza. Hasta media mañana el hermetismo en torno al caso era total, pero en horas del mediodía, desde la Departamental Federación ya se daba a conocer un comunicado abonando la hipótesis de que Eduardo Silgueira mató a su hija, creyó haber matado a su hijo y luego intentó quitarse la vida. Las frases ofensivas escritas con sangre en las paredes estaban dirigidas a su mujer, María, por lo que se estaría ante un crimen de corte pasional.
En forma inmediata, se dio aviso a la policía que se hizo presente en la casa, para encontrarse con un panorama desolador: manchas de sangre por todos lados, paredes escritas con sangre y mucho desorden. En el interior estaban, en su pieza, los dos pequeños Matias (de 10) que presentaba una herida en su cuello y estaba todo ensangrentado, su hermana Camila, -de 4- muerta degollada y –en otra habitación- Eduardo Javier Silgueira, padre de ambos, en estado de semi inconciencia y con algunos cortes en su brazo izquierdo. Matías y Eduardo fueron inmediatamente trasladados el hospital Santa Rosa de esta ciudad y por estas horas son llevados al hospital Masvernat de Concordia.
La pareja de Javier Silgueira y mama de los dos chicos, María Quintana, estaba en el hospital local durante las horas en que se desataron los acontecimientos, cuidando a un familiar. En la vivienda se hizo presente hasta el mismísimo Jefe de la Departamental Federación de Policía, Comisario Sergio Mendoza. Hasta media mañana el hermetismo en torno al caso era total, pero en horas del mediodía, desde la Departamental Federación ya se daba a conocer un comunicado abonando la hipótesis de que Eduardo Silgueira mató a su hija, creyó haber matado a su hijo y luego intentó quitarse la vida. Las frases ofensivas escritas con sangre en las paredes estaban dirigidas a su mujer, María, por lo que se estaría ante un crimen de corte pasional.
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