La función del satélite Planck se inició el 14 de mayo de 2009. Y le insumió seis meses ensamblar todo el mapa del Universo conocido. La imagen de la bóveda celeste es el resultado de las observaciones entre agosto de 2009 hasta junio de 2010. Como detalla el Dr. Gabriel Bengochea, cosmólogo del IAFE y postdoc del CONICET su objetivo “es realizar mediciones precisas de lo que se conoce como la radiación cósmica de fondo. Este fondo de microondas que se detecta en todas las direcciones del cielo, contiene la información de lo que sucedió en el universo cuando tenía unos 380 mil años de edad. Su estudio aportará valiosa información para reconstruir su historia, casi 14 mil millones de años después”.
Este mapa de radiación, ya “limpio”, como señala Alejandro Gangui, físico y divulgador científico del Instituto de Astronomía y Física del Espacio, de la UBA “mostrará la totalidad del cosmos que nos rodea, tal y como era en el pasado remoto, antes de que se formaran los planetas o las primeras estrellas. Estamos hablando de épocas en las cuales la materia como hoy la vemos aún no existía”.
“Ayer conocimos la noticia de que Planck logró con éxito su primera imagen del cielo completo. Su análisis revelará con precisión cuán bien pensamos que funcionan nuestros modelos cosmológicos” sostiene Bengochea.
El telescopio ya está trabajando en el montaje de una segunda versión del mapa. Su misión es adquirir por lo menos cuatro versiones.
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