MALARGÜE– Miguel Ángel Olivera (23) y Cintia Micaela Álvarez (15) fallecieron ayer tras protagonizar un accidente de tránsito en Ruta Nacional 40, a la altura del kilómetro 2945, en el ingreso sur a la zona urbanizada de la ciudad de Malargüe, cuando viajaban junto a otros cinco jóvenes en un Peugeot 307.
Según fuentes policiales, “por causas que se tratan de establecer, el Peugeot 307 en el que viajaban los siete jóvenes mordió la banquina y esto habría provocado que el conductor perdiera el control del volante, por lo que el rodado habría dado varios tumbos en su recorrido, cortando dos árboles y despidiendo fuera del habitáculo a algunos de sus ocupantes”, deslizó uno de los policías que trabajó en el lugar.
Aparentemente, el grupo de jóvenes se había retirado en la madrugada de un local bailable con destino a la zona del río Malargüe, unos ocho kilómetros al sur de la ciudad, donde siguieron divirtiéndose. Al regresar, cerca del mediodía, sufrieron el accidente. Hasta ese momento, los padres no habían comunicado la falta de sus hogares a la Policía.
Un hombre que viajaba en una camioneta en sentido contrario al Peugeot expresó que éste “ circulaba a gran velocidad” al salir de una curva ubicada unos metros antes, por lo que se desplazó “a la banquina; el chofer retornó nuevamente la ruta pero el vehículo se fue a la mano contraria, rozando contra un árbol, y comenzó a derrapar y dar tumbos”, para quedar sobre un costado con sus cuatro ruedas para arriba, despidiendo en el trayecto a algunos de sus ocupantes, entre ellos al fallecido en el lugar. El testigo logró frenar unos metros antes para no ser impactado por el rodado fuera de control.
El conductor del auto, Elio Arroyo, quedó atrapado por el cinturón de seguridad y el airbag, por lo que fue necesario cortarlos para poder retirarlo del interior.
Olivera perdió la vida de manera inmediata, mientras que Álvarez falleció cuando los médicos trataban de estabilizarla para luego trasladarla a San Rafael, ya que debido a la complejidad de sus heridas requería ser atendida en un servicio de terapia intensiva, que no existe en Malargüe.
Alrededor de las 14.30 se produjo el traslado de Rodrigo Cerda (17) a ese departamento, por presentar traumatismo de cráneo con pérdida de conocimiento. Al cierre de esta edición, el joven permanecía internado en el servicio de terapia intensiva del hospital Schestakow con pronóstico reservado, luego de haber sufrido dos paros cardiorrespiratorios.
El conductor y propietario del auto, Elio Arroyo (25), también debió ser derivado como consecuencia de los golpes que recibió.
En el hospital Malargüe permanecían internadas Nerina Olivera (14) y Ana Laura Espinoza (16), con politraumatismos leves, en tanto que Romina Zapata (16), con politraumatismos en varias partes de su cuerpo y el cráneo, era sometida a estudios para luego analizar una posible derivación.
En el hecho, que conmocionó a la comunidad malargüina, debieron actuar ambulancias del hospital Malargüe y de otras instituciones, como la Gendarmería Nacional.
La Policía Científica realizó peritajes en el lugar de los hechos una vez que intervino la Primera Fiscalía Correccional de San Rafael, a cargo del fiscal Claudio Gil.
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