"Pasamos los 500 metros en el plan B", afirmó el ingeniero André Sougarret, jefe de la labor de rescate, a través de la red Twitter.
Una vez que la perforadora Schramm T 130 alcance el taller, el equipo de rescate enviará una cámara de televisión para revisar el conducto y decidir si es necesario o no encamisarlo, es decir reforzarlo con una carcasa metálica.
El proceso de encamisado alargaría entre cuatro y siete dias el rescate de los 33 mineros, pero prevendría completamente la posibilidad de un accidente en la cápsula que espera llevar a superficie a los operarios.
El académico Omar Gallardo, ingeniero en minas de la Universidad de Santiago, se mostró favorable a esta opción y dijo que "hay que hacer las cosas lentamente, porque no debe quedar ninguna anomalía, de lo contrario la cápsula de rescate se va a atascar".
Pedro Buttazzoni, presidente de la compañía Geotec, dueña de la perforadora T-130, comentó que para realizar la fase final del operativo con "máxima seguridad" es necesario reforzar el túnel.
"El pozo tal como está da seguridad, pero no es la seguridad máxima que da el pozo encamisado", dijo Buttazzoni a Radio Cooperativa.
André Sougarret explicó ayer que la idea inicial es "encamisar" el túnel, aunque precisó que una vez se finalice la perforación se tomará la decisión final, ya que barajan otras alternativas, como revestir solo algunas partes del conducto.
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