El último de los seis rescatistas, Manuel González, regresó a la superficie a las 00:32 horas del jueves (hora de Chile, 22:32 del miércoles en México), con lo que finalizó en su totalidad la operación de rescate.
Al salir del lugar, González dijo que su último pensamiento al abandonar la mina fue el deseo de que no vuelva a ocurrir un hecho así y “que nos sirva de experiencia” a la minería chilena.
Antes que él subieron como héroes el marino Roberto Ríos, el suboficial de la Armada PatricioRobledo, el experto de la empresa Coledco Jorge Bustamante Ramírez, el cabo Patricio Sepúlveda y un sexto rescatista.
Tras despedir al último minero, los seis desplegaron frente a la cámara subterránea una pancarta que decía: “Misión cumplida Chile”.
En total, el equipo de rescate se conformó de 16 personas.
Su trabajo llegó al final a las 21:55 horas del miércoles (hora de Chile, 19:55 de México), cuando Luis Urzúa, el último de los 33 mineros atrapados en la mina San José, llegó al Campamento Esperanza.
Fueron más de 22 horas y media de labores de rescate continuas, desde que la noche del martes iniciaron las pruebas con la cápsula Fénix y, a las 23:37 horas de ese día (hora de Chile, 21:37 de México), ésta llegó al refugio donde los trabajadores recibieron al primer rescatista, González.
Los cinco restantes se le sumaron durante el proceso para extraer a los mineros.
Las escenas de festejo —aplausos, abrazos, gritos de “¡Chi-chi-chi-le-le-le!”— se repitieron con el ascenso a la superficie de cada minero.
Poco antes de la medianoche del martes, el primero en llegar al Campamento Esperanza fue Florencio Ávalos, de 31 años y dos hijos.
Le siguieron Mario Sepúlveda, de 39, considerado uno de los trabajadores más entusiastas; Juan Illanes, ex militar de 52 años; Carlos Mamani, un boliviano de 23 años —el único no chileno del grupo—, y Jimmy Sánchez, el más joven con sólo 19 años.
El presidente chileno, Sebastián Piñera, advertía que se trataba de “el comienzo de una larga jornada”, que continuaría con los ascensos de Osmán Araya, José Ojeda, Claudio Yánez, Mario Gómez, Álex Vega, Jorge Galleguillos, Edison Peña, Carlos Barrios, Víctor Zamora, Víctor Segovia, Daniel Herrera, Omar Reygadas, Esteban Rojas, Pablo Rojas y Darío Segovia.
La llegada del vigésimo primer minero, Yonni Barrios, causó expectación por tratarse del hombre que fungió como médico de sus compañeros y porque en la superficie lo esperaba la mujer por la que dejó a su esposa.
Continuaron los ascensos: Samuel Ávalos, Carlos Bugueño, José Henríquez, Renán Ávalos, Claudio Acuña, Franklin Lobos, Richard Villarroel, Juan Carlos Aguilar, Raúl Bustos, Pedro Cortez, Ariel Ticona y el trigésimo tercero, Luis Urzúa.
Así concluyeron los 70 días que los mineros permanecieron bajo tierra. También terminaron la tensión que vivió Chile desde el 5 de agosto, cuando un derrumbe los dejó atrapados, así como los trabajos que gobierno y rescatistas iniciaron el 17 de ese mes, tras descubrir que los trabajadores estaban vivos.
“Estamos bien en el refugio, los 33”, decía el mensaje que el minero Mario Gómez, el mayor de todos con 63 años, escribió con tinta roja sobre un papel.
Cincuenta y tres días después, el sábado 9 de octubre, la perforadora del equipo de rescate hizo contacto con el lugar donde estaban los trabajadores, dando lugar a los preparativos finales de una operación que finalizó con éxito este miércoles.
El gobierno de Chile de momento mantendrá en secreto el costo del rescate, aunque sostiene que 70% de ese monto será cubierto por el Estado y 30% por donaciones. Se estima que la cantidad es de millones de dólares.
Este miércoles, los gobiernos de Bolivia, Brasil, España, Sudáfrica, Italia, Venezuela, Colombia, Estados Unidos y México felicitaron a Chile por el rescate.
Felipe Calderón, presidente mexicano, habló por teléfono con Piñera y le dijo que este hecho “es una significativa lección para el mundo, porque muestra que no hay desafío imposible de superar, cuando sociedad y gobierno trabajan unidos, apoyados por la ayuda internacional”, de acuerdo con un comunicado de la Presidencia de la República.
Barack Obama, mandatario estadounidense, calificó el hecho de emotivo e inspirador, una causa de “alegría de todo el mundo”.
Y en el Campamento Esperanza, tras más de 22 horas y media de rescate, quedaba en el aire el grito “¡Chi-chi-chi-le-le-le, los mineros de Chi-le!”.
perficie; concluye la operación en Chile
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