El hasta ahora arzobispo de Buenos Aires, nació el 17 de diciembre de 1936 y se convierte en el primer papa hispanoamericano de la historia.

Tras la muerte del Papa Juan Pablo II el 2 de abril de 2005, fue considerado uno de los principales candidatos a tomar el lugar del Sumo Pontífice, aunque finalmente el elegido fue Joseph Ratzinger (Benedicto XVI).
Pasadas las 20:00 horas, el cardenal protodiácono, Jean Luis Tauran pronunció el esperado 'Habemus Papam' y el nombre del Pontífice, el cual ha salido al balcón para saludar a los fieles y decir sus primeras palabras.
El nuevo Papa iba vestido todo de blanco y con una sencilla cruz que le colgaba, a diferencia del resto de los pontífices de la Iglesia Católica, que llevaban más ornamentos.
A LA TERCERA FUMATA
Desde que comenzó el cónclave, la tercera fumata, que tuvo lugar hoy a las 19:07 horas, salió de color blanco, indicando que al menos dos tercios de los 115 cardenales que participan en el Cónclave se habían puesto de acuerdo y ya había un elegido para suceder a Benedicto XVI en la Cátedra de Pedro.
A pesar del frío y la lluvia, miles de fieles y curiosos congregados en la plaza de San Pedro han vivido con emoción el momento en el que el humo blanco anunciaba al mundo que los más de 1.200 millones de católicos ya tienen un nuevo líder espiritual.
LOS NOMBRES MÁS UTILIZADOS
El nombre elegido por el nuevo Papa es el de Francisco I, uno poco habitual.
Antiguamente, los Papas mantenían su nombre de bautismo.
Pero Juan II, que fue Papa del año 533 al 535, fue el primero que se cambió de nombre; antes de ser Papa se llamaba Mercurio.
Marcó tendencia porque después de él, todos los Papas se han cambiado el nombre.
Los nombres más usados por los Papas han sido Juan, Gregorio, Benedicto, Clemente, León, Inocencio, Pío, Esteban, Urbano, Alejandro, Adriano, Pablo, Sixto, Martín, Nicolás, Celestino, Anastasio y Honorio.
Juan Pablo I fue el primero en elegir un nombre compuesto.
Con este gesto quería rendir homenaje a sus dos predecesores Juan XXIII y Pablo VI.
Hasta ahora ningún Papa se ha atrevido a usar de nuevo el nombre del primer Papa de la Iglesia, Pedro. Ni siquiera Juan XIV o Sergio IV, que tenían ese nombre antes de convertirse en Papas.