Ya suman 77 el número de víctimas fatales que se cobró el temporal que castiga Río de Janeiro desde el lunes por la noche. La ciudad quedó en gran parte inundada, hubo que cerrar calles y la segunda mayor metrópolis brasileña quedó paralizada.
El alcalde Eduardo Paes pidió a los habitantes que permanezcan en sus casas, alegando que la situación en la ciudad, a raíz de la inundación de importantes vías, "es de caos absoluto". "En una escala de cero a diez, el grado de preparación de Río para una lluvia como esta es cero", subrayó Paes al detallar las consecuencias del temporal.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva, dijo hoy que "pide a Dios" que cese la lluvia que desde este lunes castiga a la ciudad carioca. "La humanidad no puede controlar la intemperie y cuando llueve durante más de quince horas seguidas, como ahora, los trastornos son demasiado grandes", afirmó Lula en una entrevista con la radio Tupi en Río de Janeiro, donde fue sorprendido por el temporal.
"Hoy está lloviendo en Río lo que llueve en un mes, entonces que la gente se quede en casa y que los que ya están en la calle tengan calma, porque el momento es muy serio y hay que tener serenidad", subrayó el mandatario. Al tiempo que agregó "lo único que se puede hacer en este momento es pedirle a Dios que pare un poco la tempestad para que se recupere la normalidad".
Por su parte, el gobernador del estado de Río, Sergio Cabral, hizo un contundente llamamiento a la toma de medidas inmediatas para frenar las ocupaciones irregulares de los cerros de Río, que calificó como la principal causa de la tragedia. "Hay que poner fin a la demagogia de permitir las ocupaciones irregulares en áreas sujetas a riesgo de alud", destacó Cabral.
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