Los rescatistas chilenos fracasaron hoy nuevamente en su intento por tomar contacto a través de un ducto de centímetros de diámetro con los 33 mineros que permanecen atrapados desde hace 15 días en un yacimiento cuprífero del desierto de Atacama.
El nuevo fracaso se traduce en un fuerte pesimismo que complota contra la posibilidad de encontrar con vida a los trabajadores que quedaron atrapados bajo toneladas de roca a 700 metros bajo tierra.
"Lamentablemente la sonda más avanzada no hizo contacto con los mineros ", dijo el presidente chileno Sebastián Piñera en Santiago, sobre los trabajados de una de las nueve máquinas de sondaje que se esperaba pudiera hacer contacto con los mineros.
La máquina superó durante la mañana los 700 metros de profundidad pero no habría llegado al lugar donde se cree podría estar refugiado el grupo de mineros. "Estábamos muy esperanzados. Lamentablemente no se hizo contacto. No se dio
en el blanco", agregó Piñera.
El ministro de Minería, Laurence Golborne, comunicó la situación a los familiares de las víctimas, quienes temen que los mineros no puedan ser sacados jamás de la tierra, debido a una falla geológica en el mineral.
El propio Piñera insistió ayer en que cree que el rescate de los mineros ya no depende sólo de la obra humana. "Esto no está solamente en nuestras manos, sino también en las manos de Dios", sostuvo Piñera. De hecho, tras el fracaso, la posibilidad de tomar contacto con los mineros podría tardar otra semana y la opción de un rescate hasta un año.
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